Lila
En el blog de hoy te contamos todo lo que necesitas saber sobre el color lila y cómo aplicarlo a tus espacios.
Pongámonos en contexto
El color lila es una de las subtonalidades del morado más populares hoy en día. Este bello color se consigue a través de la mezcla de los colores primarios azul y rojo. Tradicionalmente, el lila era considerado el color de la generosidad. Se dice que este tono es símbolo de empatía y extroversión. Desde un punto de vista más marketiniano, se considera que el lila es una tonalidad ideal para marcas de lujo, puesto que denota elegancia, riqueza e inteligencia.
El lila en la decoración de interiores
Este color vivió su punto álgido en 2020, cuando se convirtió en el color de temporada de sectores como la moda, el diseño editorial o el interiorismo. A la hora de aplicar dicha tonalidad a nuestros espacios, debemos tener en cuenta que el lila dispone de una amplísima gama de tonos: lavanda, malva, púrpura, berenjena… A continuación, os dejamos las combinaciones de lila favoritas de Tarraula
Lila y tonalidades neutras
Sí eres lector o lectora frecuente de este blog, sabrás que no nos cansamos de repetir lo flexibles que son los colores neutros a la hora de adaptarse a cualquier estilo o combinación cromática. El lila no es una excepción, aunque esta sea la opción más fácil y puede que más vista, los colores neutros como el blanco o el beige son una apuesta segura para quien quiera dar un toque de lila a su espacio sin riesgo alguno.
Lila y verde
Aunque de entrada pueda parecer que estos dos estridentes y tan diferentes colores no puedan coexistir en un mismo espacio, el verde y el lila saturado (berenjena) puede crear un interesante contraste en tu espacio. En Tarraula, recomendamos esta opción solamente para aquellas personas a las que les gusten los interiores llamativos y llenos de personalidad.
Altos contrastes
Uno no tiene por qué usar el lila como color principal de su espacio, a veces puede ser interesante colocar elementos de este color con el fin de encender otras tonalidades del espacio. Un claro ejemplo es el color mostaza: cuando uno tiene un espacio dominado por este color, incorporar elementos lilas hará que los matices amarillos del mostaza se enciendan y que el espacio se ilumine por si solo.
Monocromático
Esta opción va dirigida a aquellas personas que no temen al color. Al ser una tonalidad tan variada, los diferentes tonos de lila pueden combinar a la perfección entre ellos mismos.
