En este segundo blog del mes hablaremos de todo lo contrario al Minimalismo: el Maximalismo.
El Maximalismo surge en el siglo XX como respuesta al Minimalismo. Los artistas e interioristas de estilo maximalista encuentran gran parte de su inspiración en el barroco, un estilo caracterizado por la excesiva ornamentación y la pomposidad.
El hecho de que este estilo demande de tanta cantidad y variedad de elementos, hace que se convierta en uno de los más difíciles de aplicar con éxito. Por eso, hoy en Tarraula te traemos nuestros tres mejores consejos para crear un interior maximalista espectacular.
Al igual que en el Minimalismo, el color juega un rol protagonista en el Maximalismo. Este estilo trata de encontrar combinaciones de lo más estridentes, por lo tanto, intentaremos alejarnos de las paletas de texturas e incluso apostaremos por papel pintado de colores y estampados llamativos. No debes tener miedo a las combinaciones de colores complementarios, puesto que en este estilo a veces se busca incluso que los diferentes colores de una misma estancia vibren entre ellos.
Si tu objetivo es crear un espacio Maximalista, debes tratar a tus muros como si fueran galerías de arte. Ya sea con cuadros, relojes de pared o todo tipo de ornamentos colgantes, asegúrate de que tus paredes entretengan a todo aquel que las observe.
Aunque el Maximalismo pueda parecer un estilo desestructurado, en el que uno va añadiendo artículos según le apetece, es todo lo contrario. Para que un interior sea Maximalista y no se pierda en el desorden, es importante decorar por capas. Esto se traduce en elegir un determinado suelo y paredes como base, y luego ir añadiendo capas de texturas y decoración en concordancia a dicha base.
Aunque el Maximalismo es un estilo extremadamente divertido y le permite a uno jugar con todo tipo de colores, materiales y ornamentos, es importante no perder de vista nuestro objetivo para así mantener una consistencia en la decoración.