Hoy en Tarraula hablaremos sobre el uso del oro, o más bien, el color dorado en interiorismo.
El uso del color dorado pareció tener un boom en el año 2018, pero sigue siendo un color utilizado comúnmente y un tono interesante para aplicar a nuestros interiores.
El oro ha sido utilizado a lo largo de la historia para fines muy variados: la producción de joyas, la decoración de retablos, estatuas y monumentos, y como símbolo de poder económico. Debido a su rareza y a sus cualidades estéticas, este metal precioso ha sido sinónimo de poder e inmortalidad en muchas culturas.
Cómo es obvio, muy pocas personas hoy en día pueden aplicar oro puro a sus interiores, pero eso no significa que no podamos gozar de tonos dorados en nuestros interiores. Hoy os contamos unas cuantas maneras de dar un toque lujoso a tus espacios:
Como ya hemos comentado antes, el Wabi Sabi se basa en evitar todo lo innecesario. Por estem motivo, deja que tus paredes respiren, no abuses de la decoración y deja en paz ese pequeño rasguño que tiene tu pared.
El dorado resulta ser uno de los colores más fáciles de combinar. En caso de tener un interior basado en una paleta neutral (beige, blanco, marrón…), el oro se fundirá con el resto de nuestro interior debido a la tonalidad amarillenta del color en sí. Si en su lugar tenemos un interior dominado por tonalidades muy saturadas como el rojo, el verde o el azul, el dorado será un gran aliado para crear bellos contrastes y añadir un poco de brillo a nuestro espacio.
El oro y el mármol llevan siglos siendo una de las combinaciones más utilizadas cuando se busca aportar una sensación de alta calidad a una estancia. Los palacios de la aristocracia occidental y las grandes catedrales barrocas son un gran ejemplo de la majestuosidad de este dúo.
Si no eres un gran fan del exceso de dorados a lo barroco o a lo rococó, recomendamos que optes por añadir un simple detalle dorado para iluminar tu espacio de una manera sutil pero elegante.